El movimiento propalestino "Boicot, Desinversión y Sanciones", que exige que Israel cumpla con el derecho internacional, ha protestado con una quema de camisetas contra el amistoso que el Barcelona tiene previsto disputar en Tel-Aviv este verano durante la pretemporada.
Hace unos meses, el Barça tuvo otro gesto que enfureció a los palestinos. Con motivo del clásico que se disputó el pasado 7 de octubre de 2012, el club blaugrana invitó a asistir el partido al sargento israelí Gilad Shalit, que estuvo secuestrado por Hamas durante cinco años.
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