"Lo hago de corazón", le ha dicho el Papa a los jóvenes detenidos antes de lavarles los pies. "Amo hacerlo porque el Señor así me lo ha enseñado", ha añadido.
El rito del lavado de los pies busca recordar el momento en el que, según cuenta el Evangelio de San Juan, durante la última cena Jesús se arrodilló ante sus discípulos y les lavó los pies, en un signo de profunda humildad en el que se colocaba como siervo de sus seguidores, como el último de la fila.
No hay comentarios:
Publicar un comentario